Errores comunes en programas de mentoring y cómo evitarlos

Errores comunes en programas de mentoring y cómo evitarlos

Establecer un programa de mentoring en una empresa es una excelente decisión para desarrollar talento, potenciar habilidades y construir una cultura organizacional más sólida. Sin embargo, muchos programas fracasan o pierden impacto por errores que podrían haberse evitado fácilmente.

Si estás pensando en implementar un sistema de mentoría, o ya tienes uno en marcha, este artículo te ayudará a identificar los errores más frecuentes y te dará recomendaciones prácticas para que tu iniciativa tenga éxito real y sostenible.

1. Falta de objetivos claros

Uno de los errores más comunes es comenzar un programa de mentoring sin una visión clara de lo que se espera lograr. Si no sabes hacia dónde vas, es difícil medir el impacto o mantener la motivación de los participantes.

¿Cómo evitarlo?
Define desde el inicio los objetivos del programa:

  • ¿Quieres acelerar el desarrollo de futuros líderes?
  • ¿Mejorar la retención de talento joven?
  • ¿Apoyar la inclusión y diversidad?

Establece metas concretas, medibles y con un calendario definido.

2. Elección inadecuada de mentores

No todas las personas con experiencia están preparadas para ser buenos mentores. A veces, por jerarquía o trayectoria, se asignan mentores que carecen de habilidades interpersonales, empatía o disposición real para acompañar a otros.

¿Cómo evitarlo?
Selecciona mentores por sus habilidades blandas. Evalúa:

  • ¿Saben escuchar?
  • ¿Son generosos con su tiempo y conocimiento?
  • ¿Disfrutan ayudando a otros a crecer?

Ofrece formación inicial en habilidades de mentoría.

3. Asignaciones forzadas o mal emparejadas

Una relación de mentoring impuesta entre personas que no se conocen o no se entienden puede generar rechazo, incomodidad o simplemente indiferencia.

¿Cómo evitarlo?
Diseña un sistema de emparejamiento basado en compatibilidad: intereses, valores o estilos de aprendizaje. Algunas empresas permiten a los mentees elegir entre varios perfiles.

4. Falta de estructura o seguimiento

Dejar que cada pareja mentor-mentee gestione sus sesiones sin guía lleva al abandono o a sesiones poco productivas.

¿Cómo evitarlo?
Establece una estructura básica:

  • Duración del programa (6 o 12 meses)
  • Frecuencia mínima (por ejemplo, mensual)
  • Objetivos intermedios

Realiza seguimiento desde el área de RRHH.

5. No preparar a los mentees

Algunos mentees se sienten intimidados o no saben cómo aprovechar al mentor.

¿Cómo evitarlo?
Capacita a los mentees para:

  • Establecer objetivos
  • Preparar sesiones
  • Solicitar feedback
  • Tomar la iniciativa

6. Confundir mentoría con coaching o formación

La mentoría es una relación basada en la experiencia compartida, no en una clase ni en una terapia.

¿Cómo evitarlo?
Un mentor:

  • Comparte vivencias, no impone soluciones
  • Aconseja desde la experiencia
  • Escucha más de lo que habla

7. No medir el impacto

Muchas empresas no evalúan si el mentoring está funcionando.

¿Cómo evitarlo?
Establece métricas:

  • Satisfacción de participantes
  • Desarrollo de competencias
  • Retención o promoción de talento

Usa encuestas e informes cualitativos.

8. Abandonar el programa tras la primera edición

Un solo piloto no basta. El mentoring necesita continuidad y mejora constante.

¿Cómo evitarlo?
Mantén vivo el programa:

  • Adapta el formato en cada edición
  • Escucha a los participantes
  • Comparte historias de éxito

9. No valorar ni reconocer a los mentores

Si el esfuerzo del mentor no se reconoce, perderás su implicación.

¿Cómo evitarlo?
Reconoce públicamente su rol:

  • Menciones, certificados o beneficios
  • Oportunidades de liderazgo

10. Ignorar la diversidad y la inclusión

Si todas las mentorías ocurren entre perfiles similares, se pierde una gran oportunidad de transformación.

¿Cómo evitarlo?
Diseña un programa inclusivo:

  • Fomenta mentoría inversa
  • Equilibra género, edad y origen
  • Involucra a distintos niveles jerárquicos

Conclusión

Un programa de mentoring puede ser una herramienta poderosa de transformación, pero su éxito no depende solo de la buena intención. Requiere planificación, compromiso y mejora constante.

Evitar estos errores comunes te permitirá crear una experiencia significativa tanto para mentores como para mentees, y convertir la mentoría en una ventaja estratégica real para tu empresa.

Recuerda: un mentor no es quien da todas las respuestas, sino quien ayuda a otros a encontrar su camino.

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